8 mayo, 2024

 

Palmira año 273. Tras las puertas de la ciudad cuatro legiones romanas esperan la orden del emperador Aureliano para acabar con el nuevo insurgente, el sobrino de Zenobia, Antíoco. La ciudad ya había sido reconquistada por las tropas romanos un año antes, pero el sucesor de la Reina de Palmira había vuelto a lanzar un órdago al todopoderoso Imperio Romano.

A la orden del tribuno Valerio Probo, futuro emperador, los catafractos romanos vuelven a entrar en la majestuosa avenida de las Mil Columnas en Palmira. Si hacía menos de un año, la intención de Aureliano era apresar a Zenobia, ahora la intención era acabar de un plumazo con cualquier atisbo de futuras revueltas. De ahí que las ordenes lanzadas por el emperador romano fueran muy diferentes. Había que aniquilar a la población de Palmira.

Avenida de las Mil Columnas en Palmira
Avenida de las Mil Columnas en Palmira

Ese momento histórico es el elegido por Joel Santamaría para introducirnos a uno de los personajes de su nueva novela, Nocturnalia. Constante Barsemis, nacido en la propia Palmira, se ve en la tesitura de luchar como integrante del ejercito romano contra su propio pueblo. Allí recibió Constante el mayor reconocimiento a su carrera militar, al obtener la condecoración de centurión de la caballería romana. Pero también vivió sus horas más amargas al ver como su pueblo era arrasado, y, sobre todo, porque tras la masacre romana cometería el error más grande de su vida, error que le perseguiría por el resto de sus días.

Joel Santamaría.

Dejarme que os hable un poco del autor de Nocturnalia. Joel Santamaría nació en la localidad tarraconense de Reus. Aficionado a la lectura estudió Filología Hispánica y Anglogermánica, para ejercer en la actualidad como profesor de secundaria en un instituto de Salou. La turística ciudad de la Costa Dorada que se encuentra a escasos kilómetros al sur de la ciudad imperial de Tarraco, donde se desarrolla la trama de Nocturnalia.

Como bien nos dice en su web, a Joel Santamaría le gusta aprovechar los veranos para cambiar de mundo, e introducirse en uno paralelo que su crea mente. Su primera novela, Dies Irae, llegó en 2013, en ella nos trasporta en la Edad Media, de la mano de Jan Vidal que, al servicio de Jaime I, se convierte en uno de los asaltantes de la Mallorca musulmana.  En su segunda novela da un salto al futuro, Humanofobia está ambientada en la Barcelona del año 2089, una ciudad superpoblada que vive sus peores días en medio de la Tercera Guerra Mundial. Dicha obra fue nominada a los prestigiosos premios de novela de ciencia ficción Isaac Asimov en 2019.

Ahora en 2021 nos lleva a la ciudad romana de Tarraco en el año 280 d.C. Nocturnalia es una novela histórica, y a la misma vez una novela fantástica. Joel Santamaría ha conseguido en su tercera entrega literaria fundir dos mundos novelísticos tan diferentes, y os aseguro que en ambos saca excelente nota.

Nocturnalia.

Aunque su personaje literario, Constante, naciera siete años antes, Nocturnalia arranca en el tórrido verano del año 280 d.C. con un destacamento de catafractos romanos camino de Tarraco por la Vía Augusta. Allí espera le espera su hermana, a la que lleva años sin visitar, también su cuñado, Julio Natal, uno de los ediles de la ciudad. Las noticias que llegan de la ciudad hacen temer lo peor, varias familias de la aristocracia han sido brutalmente asesinadas. Constante Barsemis y su liberto Rodrigo serán los encargados de ayudar a Julio Natal a investigar los crímenes.

A partir de este punto tengo que hacer una confesión. Mis lecturas preferidas son el ensayo y la novela histórica. De ahí que en la actualidad mi necesidad lectora se base principalmente en el conocimiento de la Historia. Nocturnalia ha conseguido satisfacer dichas necesidades. Su ambientación histórica es buena, Joel Santamaría conoce a la perfección los principales escenarios donde se desarrolla la trama. Sensacional la escena a la que da vida en el lugar más conocido de Tarragona, el anfiteatro de Tarraco. Así como la villa romana del Munts, para aquellos que la conocemos, amigo Joel, no hace falta nombrarla para reconocerla.

Anfiteatro de Tarraco. Escenario de lujo para Nocturnalia.
Anfiteatro de Tarraco. Escenario de lujo para Nocturnalia.

Muchos son los sucesos históricos que van apareciendo por las páginas de Nocturnalia. Ya os he presentado la “reconquista” de Palmira, a ella hay que sumar la toma de posesión del emperador Probo, los saqueos a los que fue sometida la Tarraconense por los pueblos bárbaros, en especial francos y alamanes, o la crisis social y económica del siglo III, con hechos tan destacados como el retorno de la peste. Tampoco olvida el autor los grandes problemas religiosos a los que se ve sometido el Imperio en el siglo III. La instauración de cultos orientales, como el cristianismo mayoritario entre la plebe de las ciudades romanas, o el culto al Sol Invicto presente en los ejércitos romanos.

Punto y aparte merece la incursión de Aureliano en la Dacia, donde nace el que, para mí, es el personaje mejor logrado de la novela. Me refiero al joven Elio Rodrigo, liberto de Constante. Su relación con las sirvientas de Julio Natal le irán convirtiendo en el personaje principal de Nocturnalia. Personajes que, aunque no son reales, están bien fundamentados históricamente.

La nigromancia.

Seguimos con las confesiones. Hacía tiempo que no leía novela fantástica. Sí, sé que el término “fantástica” puede no llegar a ser muy correcto, pero es el usado habitualmente para referirse a subgéneros como el terror, donde podemos llegar a encasillar a Nocturnalia. Pero incluso para llegar a ese punto Joel Santamaría se sirve de la Historia.

La nigromancia es una de las ramas de la magia negra. Una de sus principales actividades es la adivinación del futuro mediante la observación de las vísceras de los muertos. Proviene de los ancestrales cultos practicados por los pueblos conquistados por Roma, en especial mesopotámicos y egipcios, ya fue descrita por Estrabón en el siglo I. Su práctica se acabó extendiendo por diferentes partes del Imperio.

Una de sus figuras centrales es el arúspice, especie de sacerdote encargado de las adivinaciones que será el precursor de la brujería medieval.  A este personaje en algunas culturas se le concedía el poder de resucitar a los muertos, el mito draculiano tiene su origen en la práctica de la nigromancia.

En Nocturnalia la novela histórica va dando paso a la novela de terror, al mismo tiempo que va aparecido la Nigromancia. En ese momento justo, que un lector de novela histórica puede tener tentaciones oscuras de abandonar la lectura, le es absolutamente imposible. El autor le tiene atrapado en la misma, el último tercio de la novela es un incremento constante de la intensidad narrativa. Joel Santamaría imprime progresivamente un ritmo vertiginoso a los acontecimientos, hasta la memorable batalla final de la hispana Legión Séptima, que comienza al grito de “Némesis Vitrix”.

Estandarte de la Séptima Legión Gemina
Estandarte de la Séptima Legión Gemina

Mi última confesión. Gracias, Joel Santamaría, con esta novela acabas de arrancar de un rinconcito de mi memoria algunas de mis mejores lecturas de juventud. Sí, era un devorador de libros de Stephen King, leyéndote me ha parecido que tú también. En definitiva, Nocturnalia es una gran “novela histórico fantástica de terror”, no sé si es muy correcto el termino, pero a mí me suena bien.

Nocturnalia en Historioteca
Nocturnalia en Historioteca

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