19 marzo, 2024

Según los expertos hoy nos hallamos inmersos, en la que podíamos denominar la tercera gran revolución de la historia de la humanidad.  La revolución tecnológica que a ciencia cierta no sabemos dónde nos puede llevar, tuvo dos precedentes; la Revolución industrial del siglo XVIII y la que nos atañe hoy la Revolución Neolítica, valga decir que sin esta última, las otras dos no hubieran sido imposible. Por lo tanto podemos afirmar que el Neolítico es el mayor cambio en la historia de la Humanidad.

Tan contundente afirmación la hago propia, y evidentemente puede ser tan discutida como se quiera. En definitiva desde los inicios de los estudios prehistóricos en el siglo XIX, la Revolución Neolítica ha sido tomada como un paso más en el progreso de la humanidad. Pero desde el siglo XX, prehistoriadores, arqueólogos o antropólogos han puesto el acento en comprender los mecanismos que llevaron a nuestros antepasados, de vivir de la naturaleza a intentar domesticarla, algo por cierto que parece que no hemos conseguido.  A partir de este momento conoceremos las principales aportaciones, que durante el siglo pasado han realizado los expertos para comprender dicho paso.

El creciente fértil donde surgió el Neolítico.

Antes de entrar directamente en las diferentes hipótesis, en necesario constatar que hoy día existe el consenso generalizado que el Neolítico se inicio en Oriente Próximo hace unos 10.500 años, desde donde se expandió a China, Europa, Asía o América. Más discutido son los procesos de esta expansión, algunos la ven como tal y otros como evoluciones por separado de las diferentes comunidades prehistóricas. Sea como fuera, las diferentes hipótesis están basadas en el Neolítico del denominado Creciente Fértil en el Oriente Próximo.

El Oasis Neolítico.

Vere Gordon Childe fue el prestigioso prehistoriador australiano afincado en Londres que puso las primeras hipótesis sobre la mesa. Especialmente en su libro editado en 1925 sobre los orígenes de la civilización europea.

Gordon Childe

Para nuestro protagonista dos aspectos son inseparables, la Revolución Neolítica y la Revolución Urbana, es decir agricultura, ganadería y ciudades nacieron de la mano.  La prueba de ello está en que las ciudades más antiguas del mundo están situadas en el denominado Creciente Fértil, es decir donde comenzó la neolitización. Como por ejemplo Jericó, amurallada desde hace casi 9.000 años.

La explicación que da Gordon Childe la sustenta en el cambio climático producido con la llegada del Holoceno. Antes de este último, la Edad de hielo durante el Paleolítico enfrió el planeta convirtiendo Europa en una estepa helada y el Oriente Próximo en unos de los lugares con uno de los climas más benignos del mundo.  Gracias al mismo, las praderas  y los árboles atrajeron al homo sapiens y a las diversas especies animales, llevando a este rincón a ser uno de los más poblados.

Durante el calentamiento holocénico, Oriente Próximo se fue convirtiendo en el actual paisaje de desiertos y oasis cerca de los ríos. De esta manera hombres y animales se vieron obligados a reunirse en torno al Creciente Fértil, donde los humanos empezaron a ejercer la agricultura como modo de subsistencia y los animales se fueron domesticando por contacto con el homo sapiens.

La domesticación no fue exclusiva del Oasis Neolítico.

A principios de los años 60 comienzan a surgir nuevas propuestas, en concreto del  estadounidense Robert Braidwood, uno de los primeros en desarrollar los estudios sobre el Neolítico a través de la Nueva Arqueología.  Esta última especialidad comienza a incorporar nuevas disciplinas al estudio de los restos arqueológicos, como en el caso que nos atañe que se empiezan a tener en cuenta los estudios botánicos y zoológicos. Apoyados en estos Robert Braidwood decide buscar cuales fueron los primeros granos y animales domesticados, y para ello acudió a las montañas que rodeaban el oasis de Gordon Childe. No en vano las cabras, uno de los primeros animales en ser domesticados tenían su hábitat en ellas, así como el grano de trigo salvaje.

Robert Braidwood

Sus estudios los centró en un pequeño yacimiento de las montañas del Kurdistán, de nombre Jarmo, una pequeña ciudad de cómo mucho 150 habitantes, que hace 9.000 años practicaba la agricultura y la ganadería. Como podemos comprobar coetánea a las primeras evidencias de ciudades como la anteriormente nombrada Jericó. Luego incorporó a sus estudios investigaciones similares en las zonas montañosas de México, donde se domesticaron otro tipo de cultivos, como por ejemplo el calabacín, sin evidencia alguna de contactos entre estos y el Oriente Próximo.

Recreación de la urbanización de Jarmo

Después de juntar todas estas investigaciones llegó a la conclusión que la propuesta de Gordon Childe no tenía razón de ser. Para Robert Braidwood la domesticación de plantas y animales no tiene nada que ver con el lugar geográfico, sino que viene dado de la propia experimentación de las diferentes comunidades en pos de la mejora de su calidad de vida.

Trabajar más para comer más.

Un nuevo paso lo encontramos a mediados de los años 70, siguiendo con los pretextos de la Nueva Arqueología, Lewis Binford y Kent Flannary deciden buscar como los agentes, tanto externos como internos ,influyeron en la llegada de la agricultura y la ganadería.

Lewis Binford

Para ellos la llegada del Holoceno supuso un aumento del nivel del mar tras el deshielo, así como mayor número de precipitaciones. La consecuencia en zonas como el Creciente Fértil fue el aumento de los animales y las especies vegetales, con el efecto encadenado de un significativo aumento demográfico, por un mejor acceso a los recursos.

Lo que a simple vista podía parecer un Edén se acabó convirtiendo en un espacio superpoblado, y ciertos grupos comienzan a emigrar a las zonas menos favorecidas por el clima. Precisamente estos últimos se tienen que adaptar a las nuevas necesidades, siendo los que inician el camino de la neolitización apoyados como decía en el anterior punto Robert Braidwood en la experimentación previa. Por lo tanto es fácil deducir que la llegada de la agricultura y la ganadería, tienen que ver con la necesidad perdida por estos grupos de una seguridad alimentaria.

Pero este punto fue rápidamente puesto en entredicho por un curioso experimento. Poniendo de nuevo en valor la Nueva Arqueología, y una de sus nuevas disciplinas asociadas, en este caso la etnografía. El equipo de Flannery se dirigió a las zonas más inhóspitas de la región del Kalahari en el sur de África, para comprobar in situ como podían haber vivido los cazadores-recolectores previos a la neolitización. El trabajo consistió en recolectar grano silvestre y los resultados fueron sorprendentes, con solo tres semanas de recolección podía subsistir una familia entera durante un año. Este aspecto echaba por tierra diferentes teorías, por lo que la respuesta de Flannery fue clara; los humanos decidimos trabajar más, para comer más.

La presión demográfica.

A simple vista, una de las hipótesis más sencillas para explicar este paso de la humanidad. M. Nathan Cohen un antropólogo norteamericano achaca el nacimiento de la agricultura y la ganadería a la presión demográfica.  Además nos dice que no fue un fenómeno exclusivo de Oriente Próximo, sino que es fácil extrapolarlo a las otras partes del mundo en diferentes periodos históricos, sin que deba existir una conexión entre ellos.

Recreación de una casa de La Draga, poblado neolítico situado en Bañolas.

Esta última premisa es la mayor aportación de Cohen, ya que como hemos visto anteriormente L. Binford ya apostó dicha presión demográfica. Pero mientras que este último nos decía que esta provocó la emigración de los primeros grupos sedentarios, Cohen lo rechaza de plano admitiendo que todo el Neolítico está basado en la evolución in situ de los grupos de nuevos agricultores.

La Revolución social.

Sin duda una de las hipótesis más novedosas, además junto a la que veremos a continuación, la más de acorde con el estudio del ser humano en sí, olvidando el contexto y dando importancia al homo sapiens como protagonista de la neolitización.

Barbara Bender

La propuesta viene de una socióloga, Barbara Bender que apuesta claramente por la llegada del Neolítico por un aspecto puramente social. Para ella los grupos de cazadores recolectores de principios del Holoceno están de sobras preparados, para volverse sedentarios y ejercer la agricultura. La recolección generó los primeros excedentes, como bien decía Flannery, con tres semanas había suficiente para todo un año. Este aspecto generó la necesidad de protección de estos excedentes y  fue la causante de la llegada de las clases sociales, estaba claro, quién tenía el control y la distribución de dichos excedentes tenía el poder.

En definitiva esta fue la rueda que el hombre no consiguió detener. Los excedentes daban poder, por lo que la adopción de la agricultura y la ganadería vino dada por la necesidad de generar estos excedentes.

La religión como motor de la neolitización.

La última de las propuestas viene del arqueólogo francés Jacques Cauvin, que en el año 1994 publicó; La revolución de los símbolos en el Neolítico.  En ella rechaza muchas de las anteriores hipótesis,  para centrar la llegada de la agricultura y la ganadería gracias a la religión, que se fue creando en la sociedad de cazadores recolectores previa a la llegada del Neolítico. Es decir la neolitización lleva consigo otros aspectos que los puramente económicos, como fueron la necesidad de generar una especie de sinergia de grupo, especialmente en el mundo del simbolismo.

Jacques Cauvin

Como queriendo dar la razón a Cauvin, el mismo año 1994 se iniciaban unas excavaciones en Turquía. El lugar Göbekli Tepe, que tras años de continuados trabajos ha dado como resultado el santuario religioso más antiguo del mundo. Está datado en más de 11.000 años, mucho antes de que se iniciara la agricultura y la sedentarización.

Gobekli tepe

Con todo ello sobre la mesa, el arqueólogo británico Ian Hodder, nos deja sobre la mesa una frase que nos debe llevar a la reflexión: La agricultura y la sedentarización fue la culminación de un proceso social y simbólico, que desde el Paleolítico llevaban in situ los grupos humanos de relación entre ellos y el entorno que los rodeaba.

Conclusiones.

Hemos visto hasta seis formas diferentes de ver como se llevó a cabo el mayor cambio en la historia de la humanidad. Debemos pensar que posiblemente la unión de todas sea la más correcta.

Pero personalmente hay un aspecto que me llama la atención; de todas las hipótesis ninguna habla de la capacidad creativa del individuo dentro de una comunidad, que es una de las principales características que nos separan del resto de animales. Es decir, hoy día un escritor de canciones busca en su interior aquello que pueda emocionar a los demás, para que estos le reconozcan su hecho diferencial. Si este hecho lo extrapolamos al Paleolítico lo podemos ver en las pinturas que adornas las cuevas.

Tras esto podemos volver al Neolítico, para pensar que pudo haber una serie de individuos que decidieron dedicar su hecho diferencial a imitar a la naturaleza en su aspecto creativo. Además posiblemente estos individuos no tenían la presión de un cambio climático, del hambre, o de un vecino con mayor poder que te obligara a plantar una semilla a ver qué pasaba.

Lo evidente es que fue un paso sin vuelta atrás. Desde entonces el ser humano lleva cambiando continuamente, y por cierto cada vez más aceleradamente, el mundo que nos rodea. Seguimos intentado estar por encima de la naturaleza cambiando continuamente sus procesos, en un viaje donde no se vislumbra un buen final.

Imágenes: commons.wikimedia

8 comentarios en «El Neolítico, el porqué del mayor cambio en la historia de la Humanidad.»

  1. ME GUSTA MUCHO SU BUENA LABOR, LE FELICITO;
    PARA PONERLE MAS PICANTE, ahora seria bueno hablar del mioceno para CONCRETAR Y COMPARAR EL PASADO CON EL MUNDO CONTEMPORANEO,ASI VALORAR TANTO EL PASADO COMO EL PRESENTE ASI VER CON MAS CLARIDAD LO QUE AUN TENEMOS, LO QUE PERDEMOS LO QUE PERDEREMOS, LO QUE NO PERDEREMOS ES MUY INTERESANTE, AUN ASI EL TEXTO ESTA GENIAL GRACIAS DEVERDAD, SERIA BUENO HABLAR DEL MIOCENO DE LO CONTEMPORANEO PARA APRECIAR MAS EL PASADO DESDE HOY DIA TU SABES sin perder la linea de este texto tan interesante, GRACIAS

      1. agrego otra cosa a este interesante documento, y es nada menos que el invento del primer carro, en el neolitico, con ello los primeros grandes imperios beneficiados por este artilugio el expancionismo de las mejoras de este mecanismo tirado por caballos que permitio a imperios aumentar la efectividad de sus armas, del aumento de la capacidad a menor tiempo, una maquina hija del periodo neolitico
        que interesante; ser testigo del pasado que aun nos aporta sabiduria a pesar de las tormantosas historias de violencia de la antiguedad, que bien gracias mil y mil gracias, seria bueno hacer una linea de tiempo para ir marcando estos eventos del neolitico, y de esta nueva era geologia contemporanea
        http://blog.is-arquitectura.es/2016/02/15/cientificos-confirman-nueva-epoca-geologica/

        recordemos que esta nueva era inicia en el nacimiento de la era del vapor, se concreta en la invension del primer Automatismo y del autorregulador de la maquina de vapor por James Watt y su famoso regulador de Watt alli empieza esta nueva era frente a la del paleolitico que fue un carro tirado de caballos hy dia fue con la maquina de vapor que interesante, y que interesante el invento que marco epocas anteriores al paleolitico como fueron la hoguera o la creacion de fuego y los sitemas de lanzamiento como el arco, y la onda y el prodigio del neolitico la rueda.

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