20 abril, 2024

Para los que nos apasiona conocer los entresijos de la historia del Imperio Romano, Lusio Quieto es uno de aquellos personajes teñidos de un halo de misterio. A pesar de ser un gran desconocido para las fuentes históricas, que como veremos con posterioridad pasan de soslayo por las vicisitudes de este general africano al servicio de Trajano, no podemos olvidar que vivió y murió en uno de los momentos más cruciales de la Historia de Roma. El día que murió Trajano, el Imperio Romano se hallaba en su mayor extensión conocida, pero desde ese mismo día comenzó a decrecer. La clave pudo los acontecimientos de aquellos días, hoy día no sabemos lo que hubiese pasado, si en vez de Adriano, las riendas del Imperio hubiesen recaído en Lusio Quieto.

La máxima extensión del Imperio romano, año 117
La máxima extensión del Imperio romano, año 117

El Lusio Quieto de Posteguillo.

Es indudable que al escritor valenciano Santiago Posteguillo le debemos infinidad de cosas. En especial los cientos de tardes y noches, que hemos pasado ensimismados en lecturas sobre la Antigua Roma. Por otro lado, no podemos olvidar que su trabajo no es aportar nuevas tesis de investigación histórica. En definitiva, sus libros no son ensayos de historia. Posteguillo es uno de los mejores especialistas en novela histórica de la actualidad. Es decir, nos cuenta una historia ambientada en un momento histórico determinado, y mezcla personajes reales con ficticios, de tal forma que nos lleva a imaginar los hechos acontecidos en un momento determinado de nuestra la historia.

Uno de los personajes en cuestión es Lucio Quieto, al que recoge de las fuentes históricas para colocarlo como mano derecha del emperador Trajano. Esto lo lleva a cabo a cabo en su trilogía sobre el emperador hispano, y en especial nos lleva al momento clave de la muerte de Trajano, en “La legión perdida” publicada en 2016 y que cierra dicha trilogía.

Portada de La legión Perdida de Santiago Posteguillo
Portada de La legión Perdida de Santiago Posteguillo

El Lusio Quieto de Posteguillo es uno de los hombres más importantes de la novela, imprescindible para la conquista romana de Armenia, Mesopotamia o Partia. El hombre fiel y de confianza de Trajano, al que consulta, o al que pone al frente de las legiones para la conquista de los territorios asiáticos, y por supuesto el elegido por él para sustituirlo. Con tal intención decide volver a Roma, para convencer a los senadores y al pueblo de que el mejor emperador para el Imperio era Lucio Quieto. Pero Trajano no logró sus propósitos, murió en Selinus posiblemente tras recibir algún tipo de veneno, su esposa en el lecho de muerte del emperador arrancó de este la firma para que su sucesor fuera Adriano. Unos meses después camino de su casa en Mauritania, Lusio Quieto muere junto a sus hombres enfrentado a dos legiones romanas.

El Lusio Quieto de las fuentes históricas.

Cualquier narrador histórico, y Posteguillo no iba a ser diferente, acude a las fuentes históricas para documentarse a la hora de escribir su novela. Por lo que está claro que el Lusio Quieto del escritor valenciano no se debía salir del guion establecido por estas.

La primera de las fuentes históricas para conocer al Lusio Quieto real es la Enciclopedia Judaica, redactada a principios del siglo XX como un compendio del saber del pueblo judío desde sus orígenes. La parte que nos revela el devenir de Lusio Quieto corresponde a la recopilación de fuentes antiguas, en este caso Seder Olam Rabbah, una cronología del mundo hebreo escrita en tiempos del emperador Adriano. Se ha constatado la perdida de varios capítulos de época romana, aun así, han quedado algunas anotaciones sobre Lusio, que se han transcrito en los siglos siguientes.

No es difícil adivinar que, en las fuentes judías, Lusio Quieto sale mal parado.  Enviado por Trajano para acabar con las revueltas de Judea, a la que llega con rango consular y proclamado gobernador de dicha provincia, mostrándose como un sanguinario. Un detalle nos muestra la llegada de Lusio a Judea: en el nombrado Seder Olam Rabbah, ya que la guerra es conocida como “la guerra de Quietus”. El pueblo de Judea es sometido por las legiones de Lusio Quieto, a base de gran crueldad con acusaciones de deshonra de las jóvenes vírgenes judías. Las mismas fuentes se alegran de la muerte de Quieto, tras la llegada de Adriano al poder. Además, dichas fuentes detallan una inscripción hallada en Palestina, que nombra a Lusio Quieto, pero con intentos de ser borrada en tiempos de Adriano. Bien podemos pensar en la aplicación de una damnatio memoriae.

Pero la gran fuente clásica que narra la historia de Lusio Quieto es la Historia Romana de Dion Casio, escrita en griego en el siglo III. Dicho escritor ha sido tildado de polémico, al entrar en grandes contradicciones en lo relativo a las relaciones entre las familias senatoriales y los favoritos de los emperadores, los équites, que en tiempos del Imperio igualan e incluso superan en significación a los primeros. Este tema no parece que influya en los sucesos acontecidos un siglo antes, y por lo tanto podemos tomar en consideración que la fuente más fiable hoy día para el conocimiento de los hechos es Dion Casio.

Busto de un niño negro romano, se especula que pudiese ser Lusio Quieto.
Busto de un niño negro romano, se especula que pudiese ser Lusio Quieto.

Dion Casio nos presenta a Lusio Quieto como un general romano, moro, y gobernador de Judea en el año 117. Los motivos de tal designación, fueron el premio a los servicios acometidos al emperador Trajano. Dichos servicios comienzan con su participación al mando de un batallón de soldados moros a caballo, que resultó determinante para acabar con Decébalo en la Dacia, como también nos muestran los relieves de la Columna Trajana en Roma. Posteriormente emprende junto al emperador la conquista de oriente, ciudades como Edesa o Nísibis caen bajo el control de Roma, gracias a la participación de Lusio Quieto.  Como la tradición judaica, Dion Casio nos relata la represión de Judea tras la conquista de Partia, por parte del hombre más importante del emperador Trajano.

Sus logros y conquistas produjeron odios y celos y pronto provocaron su destrucción. Sin duda esta parte, deja bastante claro que Adriano tras llegar al poder eliminó a su rival más importante. Destacar que no fue solo Lusio quién sucumbió al nuevo emperador, le acompañaron otros hombres importantes para Trajano, como Avidio Nigrino, Publilio Celso o Cornelio Palma. Por otro lado, Dion Casio no deja en buen lugar al nuevo emperador tras la muerte de Trajano. Adriano no había sido adoptado por Trajano, convirtiéndose en emperador sin haber alcanzado ningún puesto de relevancia, ni cónsul, ni gobernador de alguna provincia.

Una fuente interesante que nombra Dion Casio para el relato de los hechos acontecidos es su propio padre, Casio Apropiano gobernador de Cilicia en la segunda parte del siglo II. Según el mismo, se solía relatar en la zona que, tras la muerte de Trajano, que se sabía envenenado, se hizo un silencio sobre la misma, para introducir la adopción de Adriano, antes de la muerte de Trajano. Este aspecto, según Dion Casio, puede aclarar el motivo de que las cartas desde Oriente a Roma estaban firmadas por Plotina y no por Trajano.

A modo conclusión.

Es una lástima que una parte tan importante de la historia de Imperio Romano este tan escasa de fuentes escritas. Sobre Adriano, por ejemplo, no hay más que su historia escrita por él mismo, poco bagaje para contradecir a Dion Casio. Personalmente y a la espera de una fuente más aclaratoria, pienso que lo relatado por Posteguillo sobre Lusio Quieto, no puede ser tildado de falso, es evidente que tampoco lo podemos dar por real. Seguiremos a la espera de que alguna fuente nos ilumine sobre la verdad acontecida. Mientras a los que nos apasiona Trajano, y no tanto Adriano, seguiremos pensando que con Lusio Quieto, posiblemente el futuro cercano del Imperio hubiera sido otro.

Os invito a leer el siguiente articulo de la muerte de Trajano:

El último atardecer del emperador Trajano en Selinus.

Mas info:

La Legión perdida, Santiago Posteguillo, Ed. Planeta, 2016

jewishencyclopedia

Historia Romana, Dion Casio, libros LXI-LXX, traducción Antonio Diego Duarte Sánchez

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