1931 fue el año del lanzamiento definitivo hacia el poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Un partido hecho a través de trampas políticas, golpes de suerte y en especial un aprovechamiento de la insatisfacción alemana tras la derrota de 1918 y las lamentables resoluciones del Tratado de Paz de Versalles. La situación en Alemania también les favorecía, en una bancarrota total agravada por el crac del 29 y la nefasta política económica del gobierno conservador del canciller Brüning. Con continuas devaluaciones del marco y de los sueldos de los trabajadores alemanes.
Geli Raubal
Pero aquel 19 de septiembre de 1931 una muerte pudo cambiar el rumbo del Partido Nazi, y por ende del mundo. En el nº 16 de Prinzregentenplaz de Múnich, sede de un lujoso apartamento de ocho habitaciones donde Hitler, el líder del partido, tenía su residencia, aparece el cadáver una joven de 22 años, Geli Raubal, sobrina del mismo y con un tiro en el pecho. Según la versión oficial, el día anterior por la mañana Adolf Hitler, secretario general del Partido Nazi, había abandonado el edificio rumbo a Erlanger donde tenía agendado un discurso preelectoral, no sin antes volver a discutir fuertemente con su sobrina. El motivo era la petición de la joven de poder mudarse a Viena.
La relación tío-sobrina es uno de los grandes misterios de la historia. Geli Raubal vivía en el apartamento en cuestión desde hacía dos años, tras mudarse desde Berghof donde residía con su madre, medio hermana de Hitler, y ama de llaves de la villa donde veraneaba este, en los Alpes Bávaros. El motivo supuestamente iniciar los estudios de medicina en la Universidad de Múnich. Pero para muchos Geli Raubal se había mudado a Múnich con motivo de la relación personal que ambos mantenían. Al parecer Hitler estaba enamorado de ella, e incluso obsesionado con la belleza de la joven. Esta a su vez le pudo seguir el juego atraída por el magnetismo de su tío, en aquellos momentos un hombre en boca de media Europa.
Si había sido un suicidio o un asesinato parece ser una cuestión baladí. Tanto un hecho como el otro podía salpicar al líder nazi, y poner en peligro su rápida espiral hacia la cúspide del poder en Alemania. De esta forma la muerte de Geli Raubal se convirtió en asunto prioritario del gestante Ministerio de Propaganda, ministerio que nacería dos años después de la mano de Joseph Goebbles a la llegada de Hitler a la presidencia de Alemania. La labor del partido fue clara, hacer pasar a Hitler como víctima del suceso. A la mañana siguiente de la muerte se encargó las investigaciones a la policía de Múnich. Mientras Hitler convirtió el apartamento es una especie de santuario de la joven, a la misma vez que se sumía en una profunda depresión por los hechos.
La muerte de Geli Raubal se acalló rápidamente. En pocos días desapareció de una opinión pública sumida en unos problemas inmensamente más importantes para la ciudadanía. Como el creciente nivel de paro, o las continuas devaluaciones de los sueldos, que ocasionó que comprar los productos básicos se convirtiera en una epopeya. Una año y medio después Adolf Hitler se haría con las riendas definitivas de Alemania y sumiría al mundo en la guerra más devastadora de la humanidad.
El ángel de Múnich.
Han tenido que pasar nueve décadas para tener renovadas noticias sobre Geli Raubal. Con una trepidante novela en forma de thriller histórico, excelentemente documentada, con el aporte de nuevos datos y en especial un análisis de los acontecimientos ocultos a la historia. De la mano de Fabiano Massimi, que en su primera novela nos lanzó un descomunal bombazo literario; el ángel de Múnich, que se convirtió en la novela más vendida de Italia en pocas semanas. Aquí en España la podemos disfrutar desde julio de 2020 gracias a la Editorial Alfaguara.
