19 marzo, 2024

Colombres es un pequeño municipio de poco más de mil habitantes, perteneciente al Concejo de Ribadedeva, el más oriental de Asturias. Lo primero que sorprende a la llegada son las grandes y estupendas casas, que en dicho municipio construyeron los Indianos.

¿Quiénes fueron los indianos?

La palabra Indiano contiene desde su invención un doble sentido de admiración y de desprecio. Con dicho nombre se reconocía a las personas, que tras hacer fortuna retornaban del exilio en América. Evidentemente estos no solo pertenecían a Colombres, sino que tanto los Indianos como sus estupendas mansiones están distribuidas por toda la geografía española. Aunque con especial incidencia en las zonas costeras, a la postre, las mejores comunicadas por mar. Ya que ese fue el medio de transporte de la emigración a América en el siglo XIX.

En lo referente a los vecinos de Colombres emigraron principalmente en la segunda mitad del siglo XIX.  Es necesario agregar  que no fueron solos, se calcula que durante dicho siglo salieron del viejo continente cerca de 60 millones de personas. Sus destinos principalmente América, Australia y las colonias de Asia y África. En el caso de nuestros vecinos de Colombres el principal destino fue México.

Las casas de los indianos

La gran mayoría de estos emigrantes se fueron sin nada. Dicho de otra manera con la expresión coloquial de: “con una mano delante y otras detrás”.  De ese punto nace la necesidad de demostrar toda la riqueza acumulada en el exilio. Para lo cual comienzan una desmedida competencia por construir las mejores casas. Desde fachadas monumentales a enormes patios y en especial todo lujo de detalles. Así mismo hay que mencionar que copiaron por completo el modelo de casa colonial. Con el fin de diferenciarse claramente de las arquitecturas eclécticas o modernistas, que eran las más habituales en la mansiones de la época.

También es importante destacar que además de sus grandes mansiones. Los indianos de Colombres hicieron posible, que su municipio no fuera uno de los muchos que quedaron despoblados durante el siglo XX. Estos ayudaron a financiar las obras públicas, un ayuntamiento y un hospital nuevo. Sin ir más lejos, Colombres fue uno de los primeros municipios de pequeño tamaño, en contar con una red de suministro de agua potable. Todo ello no hubiese sido posible, sin la participación de sus dos más ilustres indianos.

Manuel Ibáñez Posada.

Cuando todavía era un niño se fue con su hermano a Cuba, y tras unos años en la isla decide probar fortuna en México. Este país estaba en plena desamortización de los bienes eclesiásticos. Por lo que el rápido crecimiento en sectores como la construcción, la agricultura, la ganadería y la reciente industria del textil necesitaban financiación. En consecuencia el mejor negocio era el dinero, y a ello se dedicó nuestro personaje. Manuel Ibáñez puso en marcha la primera empresa dedicada a enviar dinero a España. Pronto empezarán los altos rendimientos económicos  de su negocio, además se puede afirmar que contaron con el apoyo del dictador mexicano Porfirio Díaz.

Iñigo Noriega Laso

Unos años después que su ilustre vecino, Iñigo Noriega recaló en Ciudad de México. Ahora bien, si como se ha dicho: Manuel Ibáñez contó con la ayuda del dictador mexicano. En este caso, Iñigo Noriega prácticamente fue la mano derecha del dictador Porfirio Díaz. Del mimo obtuvo la concesión de los trabajos de desecamiento del lago Chalco. Donde inició una imparable carrera empresarial muy ligada al régimen dictatorial. Tubo multitud de negocios en diversos sectores; la agricultura, la minería,  el textil o los ferrocarriles. Con ellos amasó su fortuna, hasta la caída del régimen en el año 1910. A continuación fue desahuciado y  paso el resto de su vida en casa de su hija.

La huella Indiana en Colombres.

Hoy día es aconsejable visitar el pueblo caminado por sus calles.  A pesar de existir una ruta señalizada para contemplarlas, algunas de ellas solo se pueden ver detrás de unas rejas. Mientras otras se has han convertido en pequeños hoteles rurales,  por último destacar la convertida en ayuntamiento junto a la plaza de Manuel Ibáñez.

Quinta Guadalupe.

Esta es la casa indiana que levantó Iñigo Noriega Laso en honor a su esposa en el año 1906. Es la principal visita del pueblo de Colombres. Además de tener la oportunidad de ver una casa indiana por dentro. En Quinta Guadalupe encontramos el Museo de la Emigración de Asturias, su entrada cuesta 5€ con las respectivas reducciones.

El museo está dividido en dos partes:

En la primera del museo encontramos archivos sobre la forma de vida, que los emigrantes tenían en el exilio. Para esta primera parte ha sido muy importante, la documentación cedida por las múltiples casas de América. En las cuales los españoles tenían la posibilidad de reencontrarse para promover su cultura, y su forma de vida a miles de kilómetros de sus casas. Realmente es una visita muy emocionante, por la excelente presentación de los documentos del museo.

La segunda es más genérica y nos acerca más al mundo de la inmigración en general. Desde objetos a cartas y fotografías nos ilustran sobre la obligación de abandonar un país, para labrarte una vida mejor. De todos los objetos llama la atención las tristes maletas y baúles, que llevaban los indianos en su camino América.

Imágenes: wikimedia Commons

 

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