19 abril, 2024

Entre 1097 y 1293, el mundo medieval se vio envuelto en dos siglos casi continuados de guerra entre el cristianismo y el islam. Dos formas de ver el mundo, con la única separación de mar Mediterráneo, e incluso en la Península Ibérica, o en el Imperio Bizantino, separados por una difusa frontera terrestre. Dos siglos que han sido motivo de continuas revisiones por parte de la historiografía, dotando a esta parte de la historia de múltiples interpretaciones. Muchas de ellas ponen en duda la virtud religiosa de las mismas y las centran en motivos económicos y políticos, posiblemente mayoritarios a medida que el conflicto avanzaba. Pero conociendo la devota cristiandad de su principal impulsor, parece difícil negar el propósito inicial que tuvo el origen de Las Cruzadas.

Por cierto, un nombre acuñado por la historiografía posterior, ya que aquellos hombres que partieron hacía Tierra Santa las llamaron de otras múltiples formas como: expedición ultramarina, peregrinación, camino de Jerusalén o camino del sepulcro.

El Papa Urbano II.

El Papa Urbano II había nacido en la pequeña comuna de Lagery, al norte de Paris. Debido a su origen noble pronto será conocido como Eudes de Lagery, una posición social que le valió para iniciar los estudios en el seno de la Orden Benedictina. Su primer destino fue Reims, donde ejerció como archidiácono de la sede. Gracias a su alta formación, y la recomendación de uno de sus profesores su siguiente destino fue el que por entonces se había convertido en el monasterio más importante de Francia, Cluny.

En aquellos momentos el monasterio se había convertido en la sede principal de los estudios para la reforma de la iglesia. Esta estaba sumida en una profunda crisis moral, la compra de cargos eclesiásticos estaba a la orden del día, y el celibato de los religiosos era parte de un lejano pasado. Del Monasterio de Cluny salieron las principales normas que pronto adaptó el Papa Gregorio VII, para elaborar la Bula Papal de 1075 donde se instauraba la Reforma Gregoriana en honor al Papa San Gregorio Magno. El Papa seria desde aquellos instantes el principal poder religioso de Europa, sin que ningún rey o noble pudiera interceder en el mismo.

San Gregorio Magno, Papa entre 590-604
San Gregorio Magno, Papa entre 590-604

El trabajo de Eudes de Lagery fue recompensado. El Papa Gregorio VII lo quiso tener cerca nombrándolo cardenal obispo de Ostia, y su principal consejero. Será en este periodo, actuando como legado Papal, cuando se inicien sus problemas con el emperador germano Enrique IV que le mantuvo prisionero unos meses. Tras la muerte del Papa todo hacía presagiar su designación Papal, pero todavía tuvo que esperar un poco más. Finalmente, el nuevo Papa Víctor III, tiene un corto mandato de dos años, y ahora ya sí, Eudes fue consagrado Papa el 12 de marzo de 1088, como Urbano II.

Nada más llegar al poder excomulga al emperador Enrique IV y al antipapa Clemente III, elegido por el anterior. La separación de los reyes europeos se completa en el año 1095 cuando también excomulga al rey de Francia Felipe I por haberse separado de su esposa. Su firme apuesta por liberar a la iglesia de la injerencia de reyes, nobles y emperadores le llevó a ser apresado en numerosas ocasiones, pero contó con la ayuda del pueblo de Roma y en especial de los reinos normandos del sur de Italia.

El discurso que dio origen a La Cruzadas.

1095 fue el año crucial para el nacimiento del movimiento de los Cruzados. A principios del mes de marzo el Papa Urbano II convoca un Concilio en la ciudad de Piacenza. Al mismo acuden obispos de gran parte de Europa: franceses, italianos y germanos en especial. No queda constancia de lo tratado esos días. Pero la historiografía admite la llegada al Concilio de un emisario del emperador bizantino Alejo I Comneno, con la petición de ayuda ante la inminente conquista de los turcos selyúcidas de la otra capital del cristianismo, Constantinopla. Era una oportunidad de acabar con la separación entre las iglesias cristianas, pero para ello Roma debía ayudar a Constantinopla y el Papado no contaba con ejército, además los principales reyes europeos daban la espalda al Papa. Necesitaba movilizar a los cristianos y así lo hizo.

Papa Urbano II
Papa Urbano II

El 27 de noviembre de ese año 1095, tras acabar la reunión conciliar en el interior de la Catedral de la localidad francesa de Clermont, se dirigió fuera de la misma para pronunciar un discurso que cambiaría el rumbo de la historia. El hecho de hacerlo fuera no puede hacer pensar la gran cantidad de personas llegadas desde toda Francia, no en vano el que iba a hablar era el primer Papa nacido en territorio francés de la historia. Señalar los allí presentes es harto complicado, pero algunos nombres han dejado huella en la historiografía como oyentes de aquel discurso.

Godofredo de Vendôme y Baldirico de Bourguil ambos destacados cronistas de la primera cruzada estaban allí, aunque no parecen que la integraran después. Fulquerio de Chartres también era uno de los presentes y si acudió a Jerusalén. Por último, destacar a Roberto de Reims, conocido como Roberto el Monje, oyente de aquel discurso y pieza clave para la historiografía para conocer las palabras del Papa Urbano II. Roberto no acudió a la primera cruzada, pero fue el encargado por el Abad de Reims para trascribir la Gesta Francorum, una de las mejores crónicas escritas de la primera cruzada, allí incluyo las palabras del Papa Urbano II. Dicha crónica fue estudiada a finales del siglo XIX por el historiador americano Dana C. Munro, para incluirla en su tesis doctoral, en la actualidad sigue siendo la admitida como más fiable de las palabras de Urbano II.

Concilio de Clermont
Concilio de Clermont

Estos son algunos de los extractos más interesantes:

“Desde los confines de Jerusalén y la ciudad de Constantinopla ha salido una historia horrible y con mucha frecuencia ha sido llevada a nuestros oídos, a saber, que una raza del reino de los persas, una raza maldita, una raza totalmente alienada de Dios, una generación que no ha dirigido su corazón y no ha confiado su espíritu a Dios, ha invadido las tierras de esos cristianos y los ha despoblado con la espada, el saqueo y el fuego”

“Cuando desean torturar a las personas por una muerte base, perforan sus ombligos, y arrastrando la extremidad de los intestinos, lo unen a una estaca; luego, con la flagelación llevan a la víctima hasta que las vísceras que han brotado la víctima cae postrada en el suelo”

“Deja que las acciones de tus antepasados te muevan e inciten tus mentes a logros variopintos; la gloria y la grandeza del rey Carlos el Grande, y de su hijo Luis, y de sus otros reyes, que han destruido los reinos de los paganos, y han extendido en estas tierras el territorio de la santa iglesia. Que el santo sepulcro del Señor nuestro Salvador, que está poseído por naciones inmundas, especialmente os incite, y los lugares santos que ahora son tratados con ignominia y contaminados irreverentemente con su inmundicia”

El Papa Urbano II invocaba al recuerdo de Carlomagno y su hijo Luis I como salvadores del cristianismo de los reinos paganos de la Edad Media.

“Pero si os ve obstaculiza el amor a los hijos, a los padres y a las esposas, recuerda lo que el Señor dice en el Evangelio: «El que ama más al padre o a la madre que a mí, no es digno de mí.» «Todo aquel que haya abandonado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, madre, esposa, o hijos, o tierras por mi nombre recibirá cien veces y heredará la vida eterna”

“Entrar en el camino al Santo Sepulcro; arrebatar esa tierra de la raza malvada, y someterla a sí mismos. Esa tierra que como dice la Escritura «fluye con leche y miel», fue dada por Dios en posesión de los hijos de Israel Jerusalén es el ombligo del mundo; la tierra es fructífera por encima de los demás, como otro paraíso de delicias”

“Esta ciudad real, por lo tanto, situada en el centro del mundo, ahora está cautiva por sus enemigos, y está en sujeción a aquellos que no conocen a Dios, a la adoración de los paganos. Ella busca, por lo tanto, y desea ser liberada, y no deja de implorarte que vengan en su ayuda. De vosotros, especialmente, ella pide socorro, porque, como ya hemos dicho, Dios os ha conferido sobre todo a las naciones una gran gloria en armas. En consecuencia, emprende este camino para la remisión de vuestros pecados, con la seguridad de la gloria imperecedera del reino de los cielos”

Representación del discurso de Urbano II por Francesco Hayez en el siglo XIX
Representación del discurso de Urbano II por Francesco Hayez en el siglo XIX

Según la crónica tras estas palabras la gente se unió con un solo grito:

¡Es la voluntad de Dios! ¡Es la voluntad de Dios!

A lo que el Papa Urbano II replicó:

Hermanos más queridos, hoy se manifiesta en vosotros lo que el Señor dice en el Evangelio: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, estoy yo en medio de ellos.» A menos que el Señor Dios hubiera estado presente en sus espíritus, todos ustedes no habrían pronunciado el mismo grito. Porque, aunque el grito emanaba de numerosas bocas, sin embargo, el origen del grito fue uno. Por eso os digo que Dios, que implantó esto en vuestros pechos, lo ha sacado de vosotros. Que esto sea entonces vuestro grito de guerra en combates, porque Dios os ha dado esta palabra. Cuando se hace un ataque armado sobre el enemigo, que este grito sea levantado por todos los soldados de Dios: ¡Es la voluntad de Dios! ¡Es la voluntad de Dios!

El siguiente párrafo demostrado el poder que poseía el Papa no tiene desperdicio:

“Y no mandamos ni aconsejamos que los ancianos o débiles, o aquellos no aptos para portar armas, emprendan este viaje; ni las mujeres deben salir en absoluto, sin sus maridos o hermanos o tutores legales. Porque tales son más un obstáculo que una ayuda, más una carga que una ventaja. Que los ricos ayuden a los necesitados; y de acuerdo con su riqueza, que se lleven con ellos soldados experimentados. Los sacerdotes y secretarios de cualquier orden no van sin el consentimiento de su obispo; para este viaje no les beneficiaría nada si se fueron sin permiso de estos. Además, no es apropiado que los laicos entren en la peregrinación sin la bendición de sus sacerdotes”

Para finalizar; la promesa de la salvación eterna.

“Quien, por lo tanto, determine en esta santa peregrinación y haga su voto a Dios a tal efecto y se ofrecerá a él como sacrificio viviente, santo, aceptable para Dios, llevará el signo de la cruz del Señor en su frente o en su pecho. Cuando, ‘de verdad’, habiendo cumplido su promesa de ser deseos de regresar, que coloque la cruz sobre su espalda entre sus hombros. Tal, en efecto, por la doble acción cumplirá el precepto del Señor, como él manda en el Evangelio: «El que no toma su cruz y sigue después de mí, no es digno de mí.»‎ ‎

Los cruzados
Los cruzados

Acababa de nacer el movimiento cruzado, aquellos hombres recorrieron todos los territorios cristianos en pos de unir un ejército que, ataviados con una cruz en el pecho, casi cuatro años después, y un sinfín de batallas entraban en Jerusalén el día 15 de julio de 1099.

Lecturas recomendadas sobre el tema:

Comprar. La Alexíada. 

Comprar. La promesa del templario. 

Comprar. Los Cruzados.

Comprar. Los templarios. 

Tesis doctoral, Bernardo de Claraval y la guerra Santa, Aurelio Alfonso Pastori Ramos.

La Edad Media siglos V-XII, Julián Donado Vara, Ed. Areces, 2009.

https://donparrish.com/EssayPopeUrban.html

3 comentarios en «El discurso de Urbano II, que dio el origen de Las Cruzadas.»

  1. Si somos misticos este evento historico explica el momento donde se hiere el ojo de una de las cabezas de un supuesto antiguo mounstruo un dragón que sale del mar. Eso dicen las escrituras y encaja con eventos.historicos del Apocalipsis. Eso dice la historia Pero sólo es una anécdota. Curiosa gracias por su página pies enciemde la imaginación. Fue una lectura muy agradable muy completa aunque sería bueno que agregaras mas imagenes topograficas de mapas pero aun asi esta fenomemal

  2. Lo curiosos de los cruzados, desde el papa, los nobles y los que los acompañaban. Eran todos discípulos de Jesús de Nazaret. Que decía: si te dan un bofetón, pon la otra mejilla. Y como ahora, parece inconcebible. Que los cristianos se dedicaran a matar a las personas, que consideraban que son sus enemigos.
    ¿Qué sentirán los cristianos cuando hacen la guerra y asesinan, torturan, ajustician? Como ahora, el fin justifica los medios. Y a las personas sencillas, serviles, la tropa de a pie. Los ilustrados y los aviesos sacerdotes, los convencían con aquello de: ¡Es la voluntad de Dios! ¡Es la voluntad de Dios! ‎
    Y entonces los otros, el otro bando también diría: ¡Es la voluntad de Dios! ‎
    Por lo que, es el absurdo de las religiones organizadas. Que, no es religión, ni espiritualidad, ni compasión ni amor, en absoluto.

    1. es el islam quien empieza las cosas, por medio dle maltrato a los que no piensan como ellos el islam y su intolerancia muy comun contra quienes no se centran en el ismal. la historia señala con echos toda clase de momentos contra otros que no comparten las supuestas y dichas hermosas palabras y escritos del islam, donde Dios esta arriba de los hombrs que los hombres no son dignos de que Dios se haga hombre y camines entre sus creaturas.

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