28 marzo, 2024

Magnífica bahía de Portmán

Portmán es un barrio de la localidad de La Unión,  situado al sur de la región de Murcia. Para conocer algo más de su historia, es aconsejable dirigirse al PR-MU 88 un sendero de poco más de 7 km, que une el pueblo con el barrio.

Reconozco que llegué al mismo de casualidad, ya que en verano de 2016 acudimos a La Unión con motivo del LVI Concurso Internacional Cante de las Minas. Como me quedaron  las mañanas libres me acerqué a la Oficina de Turismo, con la vista puesta en buscar un lugar para ir a caminar. La recomendación fue dicho sendero y a pesar del desolador paisaje, este recorrido te lleva a conocer la crónica de uno de los mayores desastre ecológicos de la historia de España.

Algunas recomendaciones básicas para hace la ruta, aparte del calzado cómodo es sobre todo muchos litros de agua. Totalmente desaconsejable, desde mi punto de vista, en los días muy calurosos. De hacerla, evidentemente lo más temprano posible, pensando en que el recorrido es de unas 2 horas.  La ruta consiste en traspasar la sierra minera, pero el desnivel no es muy acusado.

Magnífica bahía de Portmán
Magnífica vista de bahía de Portmán desde la sierra

Vistas de la subida con el Mar Menor al fondo
Vistas de la subida con el Mar Menor al fondo

La ruta.

Para ir al inicio de la ruta hay que acudir a las estación de tren de La Unión, ya que justo tras cruzar la vía aparece señalado el camino con la marcas amarillas y blancas. Además esta perfectamente señalizado con excepción de la bajada por el lado contrario de la montaña, pero no tiene pérdida, ya que ves en todo momento la población de Portmán al fondo. Al principio se pasa por una ruta asfaltada que llevan al Parque Minero de la Unión, un conjunto de minas recuperadas que se pueden visitar.

Tras ellas el camino se vuelve sendero y  da paso a un paisaje típico de semidesierto, pero con gran encanto por la proximidad del mar. Durante el recorrido de subida llama la atención los enormes agujeros de gran profundidad, que eran los antiguos respiraderos de las minas. Esto te da la sensación  de estar caminando por encima de un auténtico «queso de Gruyere, pero además nos sirve para hacernos a la idea del amplio espacio que tenían las minas. Durante toda la caminata se pueden observan restos de la antigua explotación minera.

Al comenzar a bajar hacia la localidad de Portmán es cuando te das cuanta del desastre ecológico, y más precisamente, tras haber visto en la oficina de turismo la típica foto del antes y después. Todo el recorrido de bajada está jalonado de los enormes lavaderos, donde se separaba el metal de la tierra. Tras lo cual la vista se dirige a la enorme zona costera invadida por la tierra producto del vertido de este sobrante. Sin duda una imagen vale más que mil palabras, el mar llegaba antiguamente prácticamente a las casas del pueblo.

El mar llegaba a las casas
El mar llegaba a las casas

Breve historia de Portmán.

La espectacular bahía de cara al mediterráneo esta habitada desde el Neolítico. En ella también se han encontrado restos íberos. Pero la mayor presencia vino del mundo romano, el Portus Magnum, fue uno de los grandes puertos romanos del sur de España.  Es conocida la extracción de sus ricos minerales (en especial plata, hierro y plomo) por los romanos desde su llegada al sur de Hispania en el siglo III aC. Se han localizado varios yacimientos, desde grandes villas romanas hasta las calzadas que comunicaban el puerto con el interior peninsular. Tras los romanos nunca se ha abandonado la zona, ya que hay restos medievales y torres de vigilancia de los siglos XVI y XVII para el control de los corsarios.

El duro siglo XX de Portmán.

Pero por lo que pasará finalmente a la historia ocurrirá a partir del siglo XX En especial tras la profunda crisis de posguerra, cuando se retoman con más fuerza las explotaciones mineras a cielo abierto. Los enormes lavaderos, causarán uno de los mayores desastres ecológicos del mediterráneo entre 1945 y 1992. El problema era gravísimo, por una parte los vertidos de materias contaminantes acabaron con la flora y la fauna de la zona.  El principal culpable, el lavadero Roberto,  fue una de las mayores construcciones de este tipo en el mundo, en definitiva vertía en la bahía más de 8.000 toneladas al año de residuos.

Todo ello agravado por decirlo de alguna manera por el secuestro moral de sus ciudadanos. Los cuales, si querían trabajar solo existía la mina, por lo que todo en cierta forma se silenciaba. Todo empezó a cambiar en 1986, cuando los grupos ecologistas toman mano en el asunto. Tras años de protesta llega el cierre definitivo en 1992. Aunque ya pocas cosas tenían remedio, el pueblo quedó con su costa inutilizable y sin trabajo en  la mina. Además sin posibilidades de convertirse en uno de los pueblos turísticos, que jalonan la zona del levante español.

Hoy día, Portmán sigue esperando que se lleven a cabo las grandes promesas de regeneración de su costa. Ya va siendo hora, que las autoridades pertinentes se pongan en la labor de devolver a este precioso lugar, aquello que el abuso humano le robó.

El propósito debe ser firme,  y no debe ser otro que volverlo a convertir en el magnífico escaparate que encontraron fenicios, cartagineses y en especial los romanos a su llegada hace más de 2000 años.

Más info: elmundo / regmurcia

Vídeo: Rtve

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