23 abril, 2024

Nos dirigimos a la zona más meridional de la Península Ibérica para conocer Baelo Claudia. Situada a escasos 20 km de la Punta de Tarifa, es una de las ciudades romanas que gozó de las mejores cualidades, para convertirse en un verdadero paraíso durante el Alto Imperio. Todo ello gracias a sus excelentes condiciones climáticas, con inviernos suaves, veranos templados, y un régimen de lluvias invernales que aseguraban el suministro de agua anual. Solo un inconveniente, el constante viento de levante, pero que seguramente era fácil de olvidar con un paseo al atardecer por la Playa de Bolonia.

Maqueta de Baelo Claudia 
Maqueta de Baelo Claudia

Sus orígenes se remontan a finales del siglo II a. C., por aquel entonces ya debía jugar un papel importante en el comercio con el norte de África, de ahí que se decidiera la construcción de una ciudad romana, que gestionará este aspecto en el mismo lugar que estaba la ciudad púnica de “Bailo”. Posteriormente tendría que espera al mandato de Claudio (41-45 d. C.) para convertirse en municipio romano de pleno derecho, periodo donde adquiere su mayor esplendor. A finales del siglo II empieza su rápido declive, un maremoto, seguido de la crisis del siglo III con la consiguiente llegada de piratas norteafricanos y germanos, la sumió en el completo abandono. Allí restó, a la espera de ser recuperada en el siglo XX, para convertirse en uno de los yacimientos romanos más completos de la antigua Hispania.

Un simple paseo por las antiguas calles de Baelo Claudia es una buena forma de conocer cómo vivían sus vecinos hace 2.000 años. Su Decumanus Maximus, unía las dos puertas principales de la muralla, la de “Gades” y la de “Carteia”, pasado por el extremo sur del foro de la ciudad. Además de la anterior su función principal pudo ser dividir la ciudad en dos zonas bien diferenciadas, la industrial y la residencial.

Decumanus maximus
Decumanus maximus

El barrio industrial estaba anexionado al puerto de la ciudad, hoy día desaparecido por la elevación del nivel del mar. En dicho barrio industrial hallamos las fábricas de salazones,y del “garum” que inundó los mercados del Imperio Romano. El tráfico desde el puerto de Baelo Claudia a Tingis, una de las ciudades romanas más importantes del norte de áfrica, fue constante. Junto a las fábricas se han localizado los restos de viviendas de sus empleados, o de los marineros y trabajadores portuarios.

 

 

 

Diferentes partes del barrio marítimo de Baelo Claudia. 
Diferentes partes del barrio marítimo de Baelo Claudia.

Solo traspasar el Decumanus Maximus en dirección norte nos encontremos en el mismo centro de la ciudad de Baelo Claudia. Su foro, como el resto de las ciudades romanas, era el lugar de encuentro de todos los vecinos para el desarrollo de la vida pública. En el costado sur se encontraba la Basilica, lugar donde se ejercía la justicia en el municipio, aunque solo se debieron atender los casos de menor relevancia. También en dicho lugar se efectuaba el culto Imperial. Una gran figura de 3 m. de Trajano ataviado con la toga, presidia el espacio.  Junto al resto de edificios administrativos, en la parte norte se encontraban los edificios de culto; la triada capitolina y un templo dedicado a Isis.

Foro Romano
Dependencias públicas del Foro romano.
Los templos capitolinos
La pequeña separación entre los tres templos capitolinos
Escalera de acceso a los templos
Templo de Isis
Basílica con la recuperada figura de Trajano.

A finales del siglo I d. C. el foro tuvo una gran remodelación, que produjo la llegada de los edificios descritos, pero que desplazo la actividad mercantil a un nuevo “macellum” anexionado al Decumanus en la parte oeste de la Basilica. Junto con el resto de tabernae de la zona de puerto conferían los espacios principales de la actividad mercantil de la ciudad de Baelo Claudia.

Mercado anexo al foro
calle de las tiendas

Una serie de edificaciones públicas favorecieron la tranquila vida de esta pequeña ciudad romana. En concreto el agua, nunca debió ser un problema para los romanos de Baelo Claudia, ya que la ciudad contaba hasta con tres tomas de agua, la más importante desde la cercana colina de Punta Paloma, de la cual todavía se puede ver los restos de un acueducto. En el lado norte todavía se conserva los restos de una cisterna.  Por otro lado, para la protección de la ciudad contaba con 1.200 m de murallas, no se cree que tuviera carácter defensivo, ya que el periodo de Baelo Claudia fue mayormente pacifico, de ahí que existieses numerosas puertas.

canalización
Acueducto de las Palomas

En este paraíso no todo era trabajar, sobre el año 60 d. C. en la parte norte de la ciudad se construyó un teatro romano con capacidad para unas 2.000 personas. De todos ellas, las premiadas fueron las capas más bajas de la sociedad de Baelo Claudia, ya que tras el fondo de escena se hallaban algunas de las vistas más imponentes de todo el Imperio Romano. Además, a finales del siglo I se construyeron dos termas romanas, el asueto referido de cualquier romano. Una de ellas junto a la puerta de Gades, se encuentra en buen estado para conocer su funcionamiento. En cambio, la otra, situada en el barrio marítimo, es un hallazgo reciente y todavía se tienen pocos datos de su tamaño.

Termas romanas
Accesos al teatro romano
El edificio sigue en uso todos los veranos
Uno de los mejores momentos de la visita, el optimus princeps sobre la vida de Trajano, representado en el teatro de Baelo Claudia.

3 comentarios en «Baelo Claudia en imágenes, el paraíso de Roma.»

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