28 marzo, 2024

Pues sí, estoy hablando del círculo de piedras de Stonehenge, uno de los monumentos megalíticos más visitados del mundo. A pesar de que pueda parecer una pregunta extraña, creo que a muchos, entre los que me incluyo, les inquieta dicha pregunta. Ante la cual decidí en verano de 2014 a pasar a la acción.

¿Merece la pena visitar el Stonehenge?

Con motivo de un viaje familiar a Londres, y además contando que viajamos en coche con algún día de sobra, decidimos acercarnos al misterioso círculo de piedras. Por lo cual el artículo que viene a continuación se basa en esta experiencia personal. Por cierto al final expongo mi opinión sobre la visita.

¿Qué es el Stonehenge?

Aunque la pregunta sea obvia, conviene recordar que es mucho más que un círculo de piedras. En concreto son tres círculos de piedras concéntricos, el exterior y por lo tanto el mayor, mide unos 30 metros de diámetro. Dentro de los cuales encontramos una estructura de 19 menhires en forma de herradura, que  a su vez encierran una especie de altar. Además no queda ahí la cosa, alrededor del mismo y con un diámetro de 104 metros se construyó una fosa que rodeaba toda la construcción.

Dibujo sobre como debía ser Stonehenge durante el Neolítico.

Todo este laborioso complejo fue elaborado de generación en generación, a lo largo de mil años, entre el 3.000 aC. y el 2.000 aC.

Lo más llamativo desde el punto de vista del estudio de la historia, reside precisamente en este último aspecto. En concreto nos indica el inicio de la neolitización en las Islas Británicas. Tanto desde el punto de vista organizativo, para levantar dicho monumento, pero también pensando en un evidente inicio de sedentarización. La pregunta es clara, ¿para que construían algo así? sino con la intención de permanecer cerca.

Pero no solo eso, ya que algo más diferencia Stonehenge del resto de monumentos megalíticos de esa época.  En concreto las piedras talladas en ángulo recto, ya que ningún otro de estos últimos tiene esa característica, clave desde el punto de vista constructivo para el encaje de las piezas del puzle. De ahí, que ha día de hoy, sigan muchas de ellas en pie.

¿Para que servía Stonehenge?

Es aquí donde reside el mayor poder de atracción de este monumento para el visitante. A día de hoy sigue siendo un completo misterio. Aunque dos son las hipótesis que más consenso han encontrado:

Un calendario o templo solar.

Su forma constructiva le permite conocer con exactitud el solsticio de verano y de invierno, por lo cual, podía haber servido como organizador de las tareas agrícolas y ganaderas. Pero también como templo del Sol, por tal motivo se reúnen en torno al monumento miles de personas el día 21 de junio.

Miles de personas reunidas para contemplar el solsticio de verano en Stonehenge

Lugar de culto a los muertos.

Se han encontrado unos 240 cuerpos enterrados en las inmediaciones de Stonehenge. Por lo que se trata de uno de los sepulcros megalíticos más importantes de Europa, además de ser otra característica más de la sedentarización. Por otro lado esta contrastado que el número de enterramientos crecía con el tiempo, esto es considerado un signo de que solo enterraban en Stonehege a ciertos individuos, es de suponer que los de más alto status.

Otras hipótesis.

También encontramos una larga lista de hipótesis inverosímiles. En concreto, desde los que aseguran que se trata de un generador de energía, o los que piensan que es una representación, por parte de los habitantes del Neolítico, de un platillo volante. Pero a los amantes de la historia, las hipótesis que más llaman la atención fueron las que se dieron al monumento desde los griegos a la Edad Media o la Edad Moderna. Estas últimas se centran principalmente en quienes fueron sus constructores, lo cual nos sirve para acercarnos a su utilidad.

Obra de unos seres gigantescos surgidos de la península Ibérica.

Esta hipótesis es la más antigua encontrada, ya que surge de Diodoro de Sicilia, el historiador griego del siglo I aC. Según el mismo, las construcciones megalíticas que los griegos se encuentran a su llegada a la Península Iberia, solo podían haber sido elaboradas por estos seres gigantescos e inmortales. Ni más ni menos, que como Stonehenge, aquel extraño circulo de piedras encontrado en las islas del Mar del Norte. Por lo tanto los hiperbóreos, como los llamaba Diodoro, fueron los encargados tras emigrar a las islas, de la construcción del monumento megalítico.

La obra del mago Merlín.

Esta hipótesis surgió de la pluma de Geoffrey de Monmouth, el cronista de la Edad Media en Inglaterra. Según el cual, Stonehenge fue construido a través de unas complejas máquinas por el mago Merlín. El cual trajo todas las piedras desde la isla de Irlanda, tras acabar con 7.000 irlandeses. El motivo la construcción de un monumento funerario para enterrar a los príncipes ingleses. Por lo tanto el monumento megalítico discurrió por la Edad Media como el milagro del Mago Merlín.

Representación del mítico mago Merlín.

Un templo Romano.

Dicha hipótesis en obra de Iñigo Jones, uno de los arquitectos más importantes de Inglaterra a principios del siglo XVII, concretamente trabajo para los reyes Jacobo I y su sucesor Carlos I. Para él la mítica construcción de Stonehenge no podía ser obra de un mago, sino que detrás tenía que haber la única civilización capaz de hacerlo posible y que hubiera pasado por las islas. Para lo cual adaptó mediante planos los restos del Stonehenge a los de un templo romano. Así quedó hasta la llegada del siguiente de la lista.

Así se pintó el Stonehenge en 1645

Obra de los druidas celtas descendientes de los fenicios.

En concreto esta teoría fue formulada por uno de los primeros arqueólogos ingleses, William Stukeley, a principios del siglo XVIII. Para él, los constructores de Stonehenge fueron los druidas. Conviene subrayar que estos fueron los primeros sacerdotes celtas. Los cuales descendían, según Stukeley, de los fenicios y en concreto poseían la verdad de la primera religión.

Alguna de las reuniones de druidas que todavía siguen celebrándose.

¿Cómo se construyó Stonehenge?

Este aspecto es obra de continuos estudios. Lo más evidente es el origen de las piedras, en concreto las azules de uno de los círculos interiores. Su origen dista 400 kilómetros de Stonehege, además cada una de ellas pesa unas cuatro toneladas. Por lo tanto y pesar de no detenernos en el aspecto constructivo del monumento, este dato nos revela la gran organización de la sociedad que lo construyó.

La visita a Stonehenge.

Lo primero a tener en cuenta es que no se puede ir sin reserva previa. Una vez allí se tiene que acudir al Centro de visitantes. En el cual se puede observar un vídeo del proceso constructivo de Stonehenhe, y justo al lado una especie de museo sobre la vida neolítica. Por cierto, deja bastante que desear.

¿Merece la pena visitar el Stonehenge?
Evidentemente no podía faltar el «selfie» familiar.

Tras estas dos visitas de rigor un autobús recorre los tres kilómetros que separa el Centro de visitantes del monumento. Al llegar al mismo, comenzaremos a caminar por el foso construido a los 104 metros de diámetro. Por lo tanto a una distancia de cerca de 40 metros del Stonehenge, a esta distancia evidentemente lo único que se podrá hacer es fotografiarlo.

¿Quién gestiona Stonehenge?

 Este monumento es gestionado por la “English Heritage”. Se trata de un organismo del gobierno británico para promover el patrimonio histórico del Reino Unido. Hoy día el precio de la entrada al cambio ronda los 21€, lo cual lo considero desmesurado. Supongo que sirve para el cometido de preservar el patrimonio histórico, pero lo que no veo tan claro es que sirva para la promoción del conocimiento de la historia.

Conclusiones.

En primer lugar, los que se dirijan a Stonehenge con los ojos de un amante de la historia, les recomiendo plenamente la visita. Sin duda les va a impresionar el imaginar cómo tan fenomenal construcción se pudo realizar durante el Neolítico Europeo, por cierto muy retrasado respecto al de Oriente Medio o del Norte de África.

En cambio los que se dirijan con los ojos curiosos por ver o escuchar las miles de historias alrededor de Stonehenge, posiblemente les decepcione la visita. Sinceramente con el precio que cuesta la entrada, la English Heritage, podía haber elaborado una forma más interesante de acercarse a Stonehenge, el monumento megalítico más visitado del mundo.

En definitiva el que busque conocer mejor el monumento le recomiendo, por ejemplo la lectura que expongo al final. En cambio el que se quiera impresionar por la espectacular construcción neolítica, seguro que no le defraudará.

Por último, si alguno tiene más información de como acercarse para verlo de más cerca, que lo comparta con todos, en la sección: «Deja un comentario».

Más info: Nº 2 de los Grandes enigmas de la Humanidad.

Imágenes: commons.wikimediapixabay

3 comentarios en «¿Vale la pena realmente visitar Stonehege?»

    1. Pues ya sabes, es de esos lugares que no dejan indiferente, o bien sales alucinado y decepcionado. Pero es necesario ir para comprobarlo. Suerte!!!

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